jueves, 3 de enero de 2008

Los Cinco Sentidos

Los cinco sentidos son maravillosos…en la penumbra de la habitación se agolpan las formas dispersas de los elementos que conforman una tarde cualquiera, una tarde fría y lluviosa de invierno como la de hoy.


El humo del tabaco enmascara los brillos que emanan de la pantalla del televisor. No tiene sonido, sólo imágenes. En cada calada se oye el canto de mi cigarrillo que arde transformando, como por arte de magia, tabaco y papel en ceniza, materia reducida a materia, de otro tipo y con otra forma, pero al final materia, como tú y como yo.

Son y media. El tic-tac de los relojes enmudece cuando el viejo reloj de pared entona su melodía, cual Big Ben a la orilla del viejo Támesis, anunciado a “la City” que su ansiada hora del té ha llegado.

A lo lejos los vecinos amordazan el silencio con el ajetreo de sus vidas. Y aun más lejos, mis pensamientos continúan su infatigable estrés de superpoblación. Hoy ha sido un día raro desde el principio…Hay días en los que el proceso que hay entre levantarse físicamente y despertarse de verdad, se alarga algo más de lo común, rozando incluso lo políticamente incorrecto cuando se supera el umbral del mediodía. En esos días la vida te arrastra por caminos cuanto menos sorprendentes…………

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